Actos performativos y constitución del género: un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista

BUTLER, JUDITH, TRADUCTOR ; LOUTIERS, MARIE. Actos performativos y constitución del género: un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista [artículos de revistas]. 1998. Publicado en: Debate feminista, 18, 296-314

En este artículo, Judith Butler retoma la diferenciación que teóricas feministas hacen entre los términos “sexo” y “género” para desarrollar el concepto de performatividad de género. Si se parte de la idea de que el sexo se refiere únicamente a las características biológicas de cada persona, el género se convierte en una serie de patrones de conducta impuestos por la sociedad que las personas representan, de forma inconsciente, como si se trataran de papeles en una obra de teatro. En consecuencia, se hace evidente que no existen rasgos inherentes a la constitución biológica de las mujeres y los hombres, sino que son identidades sociales y culturales que se renuevan, revisan y reafirman a lo largo de la historia a través de reglas basadas en la sanción de aquellos que no las sigan. Así pues, Butler utiliza la sentencia que Simone de Beauvoir hizo en El segundo sexo al señalar que “la mujer no nace, se hace” para explicar que “mujer” es una fabricación histórica que se construye socialmente con la realización de determinados actos y no un hecho natural, y, por eso, debe hacerse conciencia sobre los instrumentos que utilizan para la consolidación de una misma identidad de género. Así pues, en un primer momento, Butler analiza cómo es que la fenomenología puede ayudar al feminismo a crear una nueva descripción de lo que es el género, pues permite que la teoría se construya a partir de experiencias vividas desde la subjetividad de las personas y, en este caso particular, de la opresión de las mujeres (de ahí que retome la idea de que lo personal es político). En un segundo momento, Butler examina la visión binaria que se tiene del género y cómo ésta sirve para construir un sistema social fundamentado en la heterosexualidad que se fortalece con la creación de ciertos tabúes que la reafirmen. Como ejemplo, se cultivan imágenes corporales que, de manera “natural”, reproduzcan ideales heterosexuales y se castigan o señalan a aquellos que las trasgredan (como en el caso del travestismo). Por eso, Butler se detiene a desarrollar con más precisión la metáfora que construye entre la actuación en el teatro y la performatividad de género (tanto para fundamentar su utilidad teórica, como para señalar las posibles limitaciones que tiene) y también la dificultad (e, incluso, imposibilidad) de romper con estos patrones de conducta. Finalmente, Butler reflexiona sobre las posibles implicaciones políticas que esta teoría puede tener, pero reafirma que es de vital importancia para el feminismo cuestionar la visión que se tiene en la sociedad sobre la constitución del género (y, sobre todo, la visión que se tiene sobre la diferencia sexual), pues es el punto de partida para romper con el esquema binario-heterosexual que se utiliza al hablar de género y sexualidad y así permitir la articulación de nuevas experiencias de mujeres.